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El Padre ama a sus hijos y los cuida

… yo los sostendré… — Isaías 46:4
En Isaías 46, el profeta nos esboza un cuadro del sitio de Babilonia y de la evacuación de sus ídolos. Los carros y los transportes crujen al llevarlos, y los animales cansados gimen por tanto peso (vs. 1).
En contraposición a eso, Isaías dice que Dios lleva a Sus hijos desde que nacen (v. 3). «Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo…», declara Él (vs. 4). En el texto hebreo, el contraste es preciso y vívido: Las bestias que tiran de los carros soportan la pesada «carga» de los ídolos (vs. 1), pero nosotros somos «llevados» por Dios (vs. 3). Los ídolos son una carga, algo que se acarrea (vs. 1), mientras que Dios, con alegría, nos ha llevado desde la matriz (v. 3).
El Señor nos hizo (vs. 4). Nada podría ser más reconfortante, ya que nuestro Padre ama a Sus hijos y los cuida. Él promete: «… yo los sostendré…», y esto incluye todas las preocupaciones y las angustias que se nos presentan en el transcurso de la vida.
Así que, podemos dejar que el Señor nos lleve y que se ocupe de todas nuestras cargas. Esta canción de Annie Johnson Flint nos desafía a experimentar la protección de Dios: «Si nuestros recursos se han agotado, y fuerzas nos faltan para continuar, si al punto ya estamos de desanimarnos, la hora ha llegado en que Dios obrará».

Nuestra tarea es entregar nuestras penas; ¡la de Dios es cuidarnos!

Escrito por:   Editores de Nuestro Pan Diario    Fecha de publicación  3/6/2013 11:00 AM
Número de visitantes  5101


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