BBN Radio
Cómo Ir Al CieloRadioInstituto BíblicoChatRecursosIdiomasDonacionesContáctenos
Inscribirse|Acceso a los Cursos|Ayudas a sus Preguntas|BI Ayuda de Audio|Quienes somos|Herramientas|Testimonios|
Datos de ingreso
Entrada del estudiante
nombre del usuario:
Contraseña p/este sitio:


¿olvidó su contraseña?
¿olvidó su usuario?
No es un estudiante aún
La regla de oro

Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos… —Mateo 7:12
Muchas religiones adoptan el concepto de la Regla de oro: tratar a los demás como te gustaría que te traten. Entonces, ¿qué hace tan excepcional la versión de Jesús sobre este asunto?
Su singularidad yace en una sola frase: «Así que», la cual apunta a la generosidad de nuestro Padre celestial. Jesús declaró: «Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos…» (Mateo 7:11-12, cursiva agregada).
Nadie alcanza a cumplir lo que debe: amar a los demás como Dios nos ama. Con amor perfecto, Jesús puso en práctica esta ética admirable al vivir y morir por todos nuestros pecados.
Tenemos un Padre dadivoso y amante que dejó de lado sus intereses para revelar la medida perfecta de su amor a través de su Hijo Jesús. La generosidad de Dios es la dinámica por la cual tratamos a los demás como nos gustaría ser tratados. Amamos y damos a los demás porque Él nos amó primero (1 Juan 4:19).
Nuestro Padre celestial nos pide que vivamos a la altura de sus mandamientos, pero también nos da su poder y amor para que lo llevemos a cabo. Solo necesitamos pedírselo.



Escrito por:   Editores de Nuestro Pan Diario    Fecha de publicación  3/12/2014 9:36 AM
Número de visitantes  3838


Login                                                                                           Herramientas bíblicas   Derechos de autor   Privacidad