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CUANDO VENGA LA PROMOCIÓN DE GRACIAS A DIOS
Leer: Génesis 41: 41-46
El faraón extendió su mano, la movió de un extremo a otro para incluir todo el vasto territorio de Egipto y dijo: «Todo es tuyo, José». Luego se quitó el anillo y lo puso en la mano de José.
Usted sabe lo que ese anillo significaba ¿verdad? Era la tarjeta de crédito ilimitada de ese tiempo. Era la manera que tenia el rey de sellar las facturas, las leyes o cualquiera otra cosa que él quisiera verificar o validar, lo hacía con su sello. José tenía ahora ese anillo en su dedo, colocado allí por el faraón mismo. José tenía la autoridad de la importancia del rey. La promoción de José al estilo Cenicienta fue increíble. Pero cuando Dios determina el momento correcto, así es la manera como Él actúa.

Cuando venga la promoción, dé gracias a Dios sin orgullo. Solo Dios puede mantenerlo vivo y sacarlo de su encierro. Solo Dios puede recompensarle por su fidelidad. Si ya lo ha hecho, sea agradecido, no orgulloso. Recuerde, con humildad, que fue Dios quien lo puso allí.

Algunos de ustedes están a punto de ser promovidos y no lo saben, porque Dios no anuncia por anticipado sus nombramientos. Lo que usted tiene que hacer, mientras espera, es creer en Sus promesas. Aunque esté en la oscuridad de su cárcel, confíe, por fe, que Él traerá la luz de un nuevo amanecer. En el invierno de su descontento, crea que habrá una primavera. Dios permanecerá a nuestro lado durante los días de encierro; Él no nos desamparará ni se olvidará de nosotros silenciosamente la promesa de la luz de la mañana.

José aprendió que un corazón contrito y humillado no es el fin, sino el comienzo. Descubrió, golpeado y deshecho por los golpes de la frustración y de los sueños no realizados, que Dios nunca se apartó de su lado. Cuando termino la aflicción, José había sido refinado, y salió como el oro. Se había convertido en una persona más estable, más virtuosa y de un carácter más fuerte. Las promesas de Dios son para nosotros tanto como lo fueron para José. Su gracia sigue actuando. Sus tiernas misericordias nos acompañan desde el foso hasta el pináculo más alto.

Escrito por:   Pastor C. Swindoll - Visión para Vivir    Fecha de publicación  7/2/2019 4:14 PM
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