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Una respuesta tranquilizadora

Leer: Génesis 43:16-23
El sentimiento de culpa siempre nos delata. Eso fue, por cierto, lo que les sucedió a los hermanos de José. De pie frente a un servidor egipcio anónimo y afable, a quien jamás habían visto en su vida, derramaron su confesión.
“No sabemos cómo llegó el dinero a nuestros sacos la primera vez, pero aquí está. Lo hemos traído de regreso. También trajimos más dinero para comprar más comida. Por eso estamos aquí... para comprar más comida.”
Me encanta la respuesta tranquilizadora del administrador: “Paz a vosotros”, les dijo. La Biblia hebrea dice, simplemente: Shalom. El administrador, que conocía el idioma de ellos, utilizó su palabra que significa paz. Lo que dijo, en realidad, fue: “Hey, hombres, shalom, la paz sea con vosotros. Calmaos. No tengáis miedo.” Y luego este egipcio incluso les testifica del Dios de ellos: “El Dios de vosotros es quien puso el dinero en vuestros costales. Nadie piensa que vosotros lo robasteis. Yo sé lo que sucedió; fui yo quien lo puso allí. Yo era quien tenía el dinero de vosotros. Era un dinero de Elohim, el Dios de vuestro padre”.
Estaban angustiados, pensando qué iba a suceder después. Pero el administrador les dijo: “iShalom! Elohim lo ha hecho otra vez.” ¡Qué reproche! Y, a propósito, qué sorpresa tan interesante que este servidor egipcio tuviera una teología tan correcta. Sin duda, esto era el resultado de la influencia de José a través de los años. Él personifica lo que vimos antes, la perspectiva vertical.
Los hermanos de José nunca habían pensado en vincular la devolución de su dinero con la abundante gracia de Dios. ¿Por qué razón? Porque el sentimiento de culpa les había impedido ver la mano misericordiosa de Dios en sus vidas. ¡Siempre es así! Pero el favor inmerecido de Dios se había demostrado en abundancia a ellos: trigo en abundancia, dinero en abundancia. Y ahora su hermano Simeón les es devuelto, sano y salvo. Misericordia en abundancia.

El sentimiento de culpa les había impedido ver la mano misericordiosa de Dios en sus vidas. 
— Charles R. Swindoll

Escrito por:   Pastor Charles Swindoll    Fecha de publicación  7/1/2013 10:08 AM
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